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viernes, 21 de septiembre de 2012

La ONU investiga las torturas en Marruecos y el Sáhara Ocupado

El Relator especial contra la tortura designado por Naciones Unidas, Juan Méndez, publicará mañana el informe de su visita de una semana a Marruecos y al territorio del Sahara Occidental. Durante la misma ha visto prisiones, hablado con presos, recibido a Asociaciones de derechos humanos y escuchado la versión del Gobierno de Rabat sobre las acusaciones de práctica de la tortura en las cárceles del Reino alauita. El Ejecutivo marroquí, que invitó al Relator onusiano, no espera un documento de complacencia. Queda por saber las medidas consiguientes que tomará Rabat para terminar con esta lacra.


En el último día de su estancia marroquí Juan Méndez se ha reunido por separado con los ministros de Interior, Mohamed Laenser y de Justicia Mustafá Ramid. El primero, a la cabeza de un impresionante aparato de seguridad de decenas de miles de miembros, responde de su actuación ante el Palacio; el segundo, que dirige une administración acusada a menudo de corrupción y laxismo, es miembro del islamista Partido de la Justicia y Desarrollo (PJD) que dirige el gobierno de Rabat.
El periódico marroquí en lengua árabe Al Massae publica que Méndez ha interpelado al ministro Ramid acerca del número de policías y otros agentes de seguridad perseguidos por los tribunales por casos de tortura. Marruecos dispone desde 2006 de una legislación apropiada para juzgar a los torturadores, pero según Abdelhamid Amine, vicepresidente de la Asociación marroquí de derechos humanos (AMDH) prácticamente ninguno ha sido juzgado; y los que han comparecido ante los tribunales y salieron con penas mínimas “recibieron posteriormente la gracia real”. Amine afirma que “la impunidad sigue en vigor”.
Precisamente en relación con los casos amnistiados o agraciados por Dahir de Mohamed VI, la ONU había mostrado anteriormente su preocupación. En noviembre de 2011, el Comité contra la Tortura se alertó reocupación por “los dispositivos jurídicos existentes en Marruecos” que permiten limpiar sus historiales y excarcelar a los torturadores.
No todas las ONG que se ocupan en Marruecos de derechos humanos coinciden en su visión sobre las violaciones de las libertades, la práctica de las torturas y las desapariciones forzosas. Si la AMDH y otras asociaciones se muestran muy críticas, la Organización Marroquí de derechos Humanos (OMDH), es muestra más indulgente con el Gobierno. Su presidente Mohamed Nash Nash, cree que esta práctica aborrecible “tiende a desaparecer”, y añade que “la detención arbitraria y las cárceles secretas forman ya parte del pasado”.
Coincidiendo con la visita de Juan Méndez a Marruecos, la “Red árabe de información sobre Derechos Humanos”, una organización con sede en El Cairo, denunció estos días la agresión policial contra activistas saharauis en Laayún, la capital administrativa del Sahara Occidental. Según la ONG la carga de la policía marroquí se produjo el 25 de agosto en el barrio Maatallah contra una manifestación pacífica de ciudadanos que reivindicaban “el derecho a la autodeterminación”, estipulado por la ONU y que el gobierno de Marruecos reconoce “en principio” aunque difiere en el modo de su aplicación con el Frente Polisario: Rabat aboga por una autodeterminación para la autonomía, y el movimiento saharaui por una autodeterminación para la independencia.
En el comienzo de su estancia en Marruecos, Méndez pudo entrevistarse también con los representantes de un colectivo de 18 asociaciones que le trasmitieron su profunda preocupación por “el retroceso que conoce elpaís en materia de derechos humanos”.
Posteriormente, el relator especial de la ONU estuvo en El Aaiún el lunes 17 de septiembre donde visitó la Cárcel Negra de la ciudad, tristemente famosa por haber sido un lugar de detención secreta de decenas de saharauis durante los años del régimen de Hassan II. Méndez se entrevistó con los presos políticos saharauis detenidos tras el desmantelamiento del campamento de GdeimIzik en 2009 y cuyo juicio está previsto para octubre próximo. Según la agencia de prensa del Polisario, SPS, “Méndez se reunió también con el presidente de víctimas de minas terrestres y miembro del Comité contra la Tortura, Hassana Elouali, quien le informó sobre los malos tratos sufridos por los presos políticos saharauis”. También mantuvo un encuentro con diversas asociaciones de derechos humanos como CODESA, la ASDVH y CODAPSO, y conoció de primera mano los testimonios de muchos activistas saharauis y ex-presos políticos.
En su visita marroquí el Relator especial de la ONU pudo entrevistarse también con varios grupos de presos islamistas, unos ya excarcelados pertenecientes al Movimiento Justicia y Espiritualidad que dirige el jeque AbdesslamYassin, y otros de la llamada corriente salafista. Curiosamente Juan Méndez mantuvo su encuentro con los exdetenidos de Justicia y Espiritualidad en Salé “en la sede de este movimiento”, que no es legal, pero sí tolerado por las Autoridades. El emisario de la ONU pudo hablar con una decena de miembros del grupo, “víctimas de las torturas y de violencias físicas”, según el portavoz del movimiento Hassan Bennayeh.
El testimonio más escalofriante ha sido sin duda la denuncia hecha en un vídeo por el preso salafistaBouchtaCharef. “Méndez se ha sentido profundamente sacudido por los testimonios que ha escuchado en las prisiones”, informó un miembro de su delegación. “Detalles escalofriantes, como las palizas, la violación con botellas o la violación simple y llana; arrancar dientes y uñas, el suplicio de la bañera, la privación de agua, de alimento y de luz, el aislamiento completo, etc.”, añade.
El caso de Charef ha sacudido la delegación internacional. Bouchta Charef fue extraditado por las Autoridades sirias el 17 de julio de 2009, y trasferido a la cárcel secreta de Temara, donde fue víctima sistemática de todo tipo de abusos y torturas, que le han dejado secuelas irreversibles. Su caso ha sido aireado gracias a un video filmado en secreto en la cárcel, en el que el preso salafista cuenta su caso con lujo de detalles.
El gobierno de Rabat, de quien partió la iniciativa de invitar al Relator especial de la ONU contra la Tortura, es consciente de que la conferencia de prensa prevista para mañana sábado y el Informe que seguirá a su visita, van a ser muy críticos con el Reino de Marruecos. Queda por saber cuáles van a ser las medidas que el Gobierno de AbdelilahBenkiran y el Palacio Real tomarán para paliar la situación. La opinión pública marroquí por su parte se interroga si ¿rodarán cabezas de responsables o seguirá la impunidad?.