Ciro Pérez Silva
Publicado: 03/10/2013 07:29
México, DF. El gobierno de la República Saharaui, a través de su embajada en México, hizo pública la condena de la Secretaría de Estado de Estados Unidos, sobre la “violación a los derechos humanos en el Sahara Occidental por parte del gobierno de Marruecos”, que contra la oposición internacional, mantiene bajo su control parte del territorio saharaui.
Debido a esta ocupación, la mitad del pueblo saharaui vive en campos de refugiados construidos en mitad del desierto. La otra mitad sigue en su territorio original pero bajo la ocupación marroquí. La ONU considera el Sahara Occidental como el mayor territorio del planeta que todavía no ha sido descolonizado.
A principios de los años 70 el Sahara Occidental era colonia española, cuyo gobierno ofreció en 1974 un referéndum de autodeterminación. Sin embargo, un año después dejo en manos de Marruecos y Mauritania dicho territorio. Ante el rechazo por la nueva colonización, el ejército de Marruecos bombardea pueblos saharauis y decenas de miles huyen hacia Argelia, donde se construyen esos campos de refugiados.
En el proceso, Marruecos construyó una barrera de más de 2 mil 200 kilómetros que separa en dos el territorio Saharaui. A lo largo de esa barrera se encuentra uno de los campo de minas más grandes del mundo, que dividió a las familias.
Actualmente, unos 150 mil saharauis viven en la parte del Sahara Occidental bajo ocupación marroquí. Cientos de activistas pro-saharauis han sido detenidos y torturados por las autoridades de Marruecos, como ha reportado la ONU.
Alrededor de 30 mil más viven en la parte del Sahara Occidental controlada por el Frente Polisario, que se creó en 1973 con el propósito de alcanzar la independencia del territorio del dominio colonial Español y que combatió en su momento a Marruecos y Mauritania.
Unos 120 mil viven en los campos de refugiados construidos en el desierto, mismos que dependen para sobrevivir, de la ayuda humanitaria internacional que se ha desplomado debido a las recurrentes crisis económicas en diversas partes del mundo.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx