El joven saharaui Lafkir Kaziza
comienza huelga de
hambre indefinida en Madrid
por la liberación de 22 presos
Europa Press
El joven saharaui Lafkir Kaziza
comienza huelga de
hambre indefinida en Madrid
por la liberación de 22 presos
Europa Press
El joven saharaui Lafkir Kaziza ha iniciado este viernes una huelga de hambre de carácter indefinido en la Embajada de Marruecos en Madrid para obtener la puesta en libertad de 22 presos detenidos "violentamente" por las fuerzas marroquíes en el campamento saharahui de Gdeim Izik el 8 de noviembre de 2010.
En un encuentro con la prensa delante de la Embajada, Kaziza, de 21 años, ha declarado este viernes su voluntad de proseguir su iniciativa "hasta la muerte" si el Gobierno marroquí no libera o, en su defecto, inicia un proceso judicial inmediato por un tribunal civil para responsabilizar a los detenidos de acuerdo con la legalidad.
De igual modo, Kaziza exige a Marruecos que permita la entrada "en régimen abierto, sin cristales y sin vigilancia" a los presos, quienes deberán gozar de asistencia médica sin restricciones en la cárcel de Salé (Rabat) donde se encuentran recluidos "en las peores condiciones imaginables, con torturas frecuentes", junto a casi 80 prisioneros saharauis repartidos en el resto de prisiones de Marruecos.
He decidido iniciar una huelga de hambre de carácter indefinido y de comienzo inmediato como medio de protesta contra el trato injusto que reciben mis compatriotas en las cárceles del país", declaró Kaziza, que denunció la "estricta vigilancia policial" que pesa sobre su familia en El Aaiún. "Mi hermano pequeño tiene que salir a comprar el pan porque mis otros hermanos y mi madre tienen limitados los movimientos si no quieren ser detenidos", lamentó.
"Ninguno de mis hermanos ni yo hemos cometido ningún delito más que tratar llevar una vida digna, libre, en paz, con una soberanía e independencia, como saharauis. No podemos seguir viviendo sin patria, sin país", declaró el joven, quien recordó la "gesta heroica" de resistencia saharaui durante el letal asalto al campamento, que --según distintas estimaciones-- dejó 14 muertos, tres civiles saharauis y once agentes marroquíes, así como al menos 132 detenidos, y llamó al gobierno marroquí a que acceda "urgentemente" a sus peticiones o si no "atenerse a las consecuencias que pudieran producirse. "Siendo la primera de ellas mi propia muerte", advirtió.
El joven permanecerá apostado en las inmediaciones de la Embajada a la espera de una respuesta a sus peticiones. Kaziza es peticionario de asilo político y poseedor de la tarjeta roja, que autoriza a trabajar y residir en España, y presenta un impedimento físico en su brazo derecho, inmovilizado a la altura del hombro por los culatazos de rifle que, según declaró, recibió de las fuerzas de seguridad marroquíes durante el desalojo de Gdeim Izik, donde formaba parte del equipo de seguridad y vigilancia.
Tras su detención, el joven denunció haber sido objeto de torturas en la llamada Cárcel Negra de El Aaiún, donde no recibió atención médica de sus heridas que finalmente han dejado su brazo derecho en cabestrillo e inutilizado.
Acompañando a Kaziza se encontraba el jurista internacional y Secretario de Refundación y Movimientos Sociales de Izquierda Unida Federal, Enrique Santiago, quien reiteró que el territorio del Sáhara Occidental está "pendiente de descolonización desde 1975 desde que España, única potencia reconocida abandonó el territorio, en virtud de acuerdos con Mauritania y Marruecos, que en ningún caso han sido reconocidos por Naciones Unidas".
Santiago denunció que el referéndum de autodeterminación del Sáhara se está retrasando debido a los "múltiples incumplimientos de las resoluciones de Naciones Unidas por parte de Marruecos en lo relativo al censo", cuyas variaciones provocadas por el desplazamiento forzado de población que ordena Marruecos impiden la celebración del plebiscito.