Nos llega a la redacción de Ocio y Cultura Fuerteventura que una delegación de observadores majoreros verificó el pasado fin de semana en El Aaiún la escalada de acoso de la policía marroquí sobre la población saharaui y el hostigamiento sobre los activistas paraimpedirles el derecho de asociación y manifestación con el objetivo de tratar de minimizar sus protestas y acallar las denuncias sobre las vejaciones del Reino de Marruecos.
La delegación compuesta por Claudina Morales (alcaldesa de La Oliva y diputada del Parlamento de Canarias), Carmen Delia Gutiérrez (concejala de Puerto del Rosario) y los representantes de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Fuerteventura, Juan Francisco Chocho e Ico Ramos, lograron entrar en El Aaiún tras la expulsión previa de otros grupos de observadores que trataron infructuosamente de acceder a los territorios ocupados.
Pese a que se les permitió el acceso en el aeropuerto de El Aaiún, la delegación sufrió un fuerte control policial desde su llegada hasta su salida de la ciudad. Pese a ello, lograron ponerse en contacto con varios activistas saharauis y con representantes de la asociación de defensa de los derechos humanos.
Dicha asociación trasladó a la delegación majorera la enorme preocupación que existe por las500 personas que permanecen desaparecidas desde 1976 y los 15 ciudadanos saharauis de los que se desconoce su paradero desde el inicio de la intifada saharaui en 2005.
La ciudad se encuentra sitiada por la policía, que ha incrementado su presencia en las calles de El Aaiún y que ha multiplicado su represión contra las manifestaciones públicas, llegando incluso a vejar a las mujeres que se concentran para denunciar la situación de total desamparo en la que se encuentra el pueblo saharaui y el silencio que trata de imponer el Gobierno de Marruecos en las zonas ocupadas, en las que se recurre insistentemente a la violencia e intimidación.
La delegación majorera se reunió con la familia de Said Dambar, una de las víctimas mortales del desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik, que les expuso la tortura psicológica del Gobierno de Marruecos hasta que Said fue enterrado tras dieciocho meses en la morgue y la negativa de éste a revelar a la familia el lugar en el que se encuentra sepultado. Pese al sufrimiento, "se manifiestan periódicamente para rogar que Said sea el último mártir de la fuerte represión de Marruecos sobre un territorio que no les pertenece".
Asociación para la defensa de la cultura saharaui
El Reino de Marruecos ha iniciado una nueva cruzada en el Sahara Occidental para tratar de marroquinizar la cultura y las tradiciones saharauis y exterminar la lengua hasaní. En los colegios las clases sólo se imparten en francés y marroquí y han iniciado la retirada de los espacios públicos de todos los símbolos culturales vinculados con el pueblo saharaui, además de la prohibición de los rituales de las bodas y los bautizos, la negativa para que los recién nacidos sean registrados con nombres saharauis o el uso de jaimas, pese al importante valor que tiene para este pueblo.
Ello ha obligado a los saharauis a crear una asociación para de la defensa de su cultura y proteger, pese al acoso policial, los símbolos y tradiciones vinculados con su cultura y su historia.
A la represión en las calles y la cruzada contra la cultura se suma el expolio de los recursos naturales del Sahara y la marginación de los trabajadores saharauis en todos los sectores económicos, en los que ocupan un porcentaje muy reducido.
"Sean las voces de nuestro pueblo"
Ante las vejaciones y la censura impuesta por el Gobierno de Marruecos, que ha condenado al pueblo saharaui a un fuerte silencio informativo, los activistas y las asociaciones reclamaron a la delegación majorera que "los observadores sean la voz de nuestro pueblo en el exterior" y que no se ceje en el empeño de cruzar la frontera para verificar in situ el creciente maltrato de la policía marroquí a la población saharaui.
Una población que confía en que haya un giro en la complicidad de la comunidad internacional a partir del informe del enviado de la ONU, Christopher Ross, que se dará a conocer públicamente hoy miércoles.
Fuente: oyccanarias.com